El relator de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU sobre el derecho a la alimentación, Jean Ziegler, denunció ayer que EEUU utiliza el acceso al agua y los alimentos como "arma de guerra" en Irak, violando así el derecho internacional humanitario. Ziegler, a quien la Casa Blanca se negó a recibir para discutir los efectos del embargo sobre Cuba, acusó a Washington de querer "destruir" y "controlar" la Comisión de Derechos Humanos, forzando su traslado a Nueva York y potenciando el nombramiento de relatores afines a Washington.

El funcionario suizo de la ONU reveló que hay indicios de que la alianza anglo-nortea- mericana recurrió al corte del suministro de agua potable, e incluso bloqueó el acceso de los civiles a los alimentos para lograr el control militar de algunas ciudades iraquís. Ello sucedió en especial durante el ataque de noviembre contra Faluya. "El bloqueo del suministro de alimentos y la destrucción de las reservas de agua fueron utilizadas como arma de guerra", indicó Ziegler. "Denuncio las consecuencias humanas de la táctica militar aplicada desde marzo del 2003, que ha tenido efectos desastrosos para la población civil", resumió.

La reacción estadounidense no se hizo esperar. El embajador de EEUU ante la sede de la ONU en Ginebra, Kevin Moley, dijo que los comentarios de Ziegler eran "desafortunados", e intentó restarle credibilidad, asegurando que éste nunca estuvo en Irak. El diplomático estadounidense consideró que "Ziegler se ha basado en algunas informaciones que son difíciles de comprobar y las ha mezclado con sus propias opiniones", subrayó. Para probar sus acusaciones, Ziegler tomó como referencia un estudio de la Universidad John Hopkins, titulado Mortalidad antes y después de la invasión de Irak en el 2003 .