Estados Unidos ha pedido a la Unión Europea que, en el marco del futuro acuerdo sobre transferencia de datos de los pasajeros europeos de vuelos transatlánticos, pueda mantener almacenada esa información durante un plazo mayor que los actuales 30 meses. Así lo confirmó hoy el secretario de Seguridad Nacional de EEUU, Michael Chertoff, en rueda de prensa, tras comparecer ante la comisión de Libertades Civiles del Parlamento Europeo.

"Todos estaremos más seguros si utilizamos esa información de una forma que nos permita afrontar las amenazas actuales" del terrorismo internacional, justificó el alto funcionario estadounidense. A su lado, el comisario europeo de Justicia e Interior, Franco Frattini, explicó que "el elemento en discusión" es la posibilidad de que Washington, en vez de destruir la información 30 meses después de obtenerla, mantenga una base de datos "inactiva" de la que sólo se sirva en caso de investigación.

La Comisión Europea y Estados Unidos negocian actualmente un acuerdo sobre transferencia y gestión de los datos de pasajeros europeos que vuelen a aeropuertos estadounidenses para sustituir al suscrito en 2004, que expira el próximo mes de julio. Este tipo de convenio, que permite a EEUU cotejar datos como el teléfono, la dirección o la tarjeta de crédito del pasajero, suscita recelos en los grupos de izquierda y liberal del Parlamento Europeo por su posible vulneración de las normas de privacidad.

Chertoff difundió hoy entre los eurodiputados un documento que recoge ocho casos en los que el análisis de datos permitió prevenir actividades terroristas o de tráfico de drogas. Ante la comisión parlamentaria, llegó a afirmar que, de haber estado en vigor, el acuerdo podría haber evitado los atentados del 11 de septiembre de 2001, puesto que hasta doce de sus responsables, incluido el piloto suicida Mohammed Atta, habían compartido direcciones o números de teléfono.

"Ante esta tremenda lección de la historia es muy difícil abandonar un instrumento que, con poca incidencia sobre libertad pública, permite salvar vidas", afirmó. Preciso, además, que la ley estadounidense prohíbe y castiga "con la cárcel" el uso abusivo de esta información. En su discurso, el responsable de Seguridad en la administración de George W. Bush abogó por adaptar las legislaciones y normas internacionales a "las amenazas del siglo XXI".

"Hay quien alega que el terrorismo es una forma de delincuencia y que ya tenemos instrumentos para combatir la delincuencia. No estoy de acuerdo. Pienso que estamos en una guerra y que así hay que afrontarla", razonó Chertoff, para quien Al Qaeda tiene una aspiración "totalitaria y teocrática" que le diferencia de movimientos terroristas como el IRA irlandés. "No quieren una revolución en sus países. Quieren el dominio de muchos países", explicó. "Y no excluyen el uso de armas de destrucción masiva", alertó.

Nuevo acuerdo

Frente a tal problema, abogó por que la UE y EEUU adopten un nuevo "marco común" para la cooperación antiterrorista, en particular en el área del intercambio de información. A preguntas de los parlamentarios, reconoció que la estrategia antiterrorista estadounidense "no ha sido perfecta" -citó el caso de las torturas en la prisión iraquí de Abu Grhaib-, pero aseguró que la administración se mueve siempre dentro del Estado de Derecho.

"No digo que haya que alejarse de la ley. Digo que la ley debe adaptarse a las realidades que afrontamos", matizó Chertoff, que achacó en parte las críticas europeas a una diferencia de "tradiciones". "En Europa se ha debatido sobre una ley que en ciertos casos prohibiría el velo musulmán. Entiendo lo que supone para los europeos, pero en Estados Unidos ni se plantea el debate", citó como ejemplo.

En la posterior rueda de prensa, Chertoff eludió concretar si el nuevo marco internacional supondría la denuncia de la Convención de Ginebra o ampararía las detenciones y traslados extrajudiciales de sospechosos ejecutadas por la CIA en Europa.