Estados Unidos reafirmó ayer en Lisboa el papel de la UE como aliado prioritario para intentar borrar sus pasados desaires, al anular la cumbre prevista en primavera y la marginación de la UE en las negociaciones sobre el cambio climático en Copenhague, hace casi un año.

"Estados Unidos no tiene un aliado más estrecho que la UE", aseguró el presidente estadounidense, Barack Obama, tras concluir la brevísima cumbre entre EEUU y la UE de apenas 90 minutos que se celebró en la capital lusa al concluir las sucesivas reuniones de la OTAN. La cumbre concluyó con un comunicado conjunto repleto de buenas intenciones, que no aborda ni resuelve ninguno de los contenciosos abiertos entre EEUU y Europa, ni aporta ninguna aproximación de cara a las negociaciones sobre el cambio climático, que comenzarán el 29 de noviembre en Cancún (México).

Obama aprovechó la cumbre y sus comparecencias ante la prensa para defender y justificar su política de estímulo al crecimiento económico de EEUU, que ha sido duramente criticada por la UE por constituir en la práctica una devaluación competitiva del dólar a través de la inyección de liquidez de unos 600.000 millones de dólares.

ACTITUD IMPERIAL "La cosa más importante que puedo hacer por Europa es la misma que puedo hacer por Estados Unidos: promover el crecimiento y el empleo en Estados Unidos", afirmó Obama ante el presidente de la UE, Herman van Rompuy, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, a los que pareció tratar más como súbditos que como los representantes del socio y aliado prioritario de Estados Unidos, que había afirmado.

"Evidentemente, en tanto que la mayor potencia económica del mundo, lo que ocurre en EEUU tendrá un impacto profundo en Europa", remachó Obama. El presidente norteamericano solo reconoció la importancia económica europea por el impacto negativo en EEUU que tuvo la larga crisis financiera griega en la primera parte del año, y que podría tener la actual crisis financiera irlandesa.

SOLIDEZ EUROPEA Van Rompuy defendió la solidez de la economía europea y resaltó que su inflación es débil y que la UE ha creado los instrumentos necesarios para ayudar a un país afectado por una crisis financiera, como ya ocurrió con Grecia y como va ocurrir próximamente con Irlanda. Van Rompuy destacó también que el crecimiento económico europeo ha cobrado fuerza desde principios de año.

La cumbre entre EEUU y la EU en Lisboa constituyó el primer encuentro bilateral cara a cara de Van Rompuy con Obama, después de que el dirigente democristiano belga fuera nombrado presidente estable de la UE.