EEUU y Rusia firmaron ayer un acuerdo para ejercer un mayor control sobre el comercio de misiles tierra-aire portátiles, fáciles de encontrar en el mercado negro y muy apreciados por terroristas. Se disparan desde el hombro y alcanzan 3,7 kilómetros de altura, por lo que se pueden usar contra aviones civiles.

El acuerdo fue firmado por los responsables de Exteriores ruso y estadounidense, Sergei Ivanov y Condoleezza Rice. Rusia y EEUU intercambiarán información sobre ventas de estos misiles a terceros países, su almacenamiento, la realización de inventarios y el control de la producción, custodia, transferencia y destrucción de los artefactos.

Según el Centro de Información para la Defensa, en los últimos 30 años se han fabricado más de 700.000 misiles de este tipo. La revista especializada en seguridad Jane´s International explica que "Al Qaeda puede tener varios", y añade que los han usado los rebeldes chechenos, Hizbulá, las FARC de Colombia, los tigres tamiles y la guerrilla kurda en Turquía.