El terrorismo nuclear es el "peligro más extremo e inmediato" de la actualidad, según el informe sobre la nueva estrategia nuclear que ha divulgado hoy el Gobierno de EEUU.

En el informe, conocido como Revisión de la Postura Nuclear, el Pentágono asegura que, además de la amenaza que representan los grupos terroristas, dispuestos a usar bombas nucleares si logran obtenerlas, la otra gran amenaza es la "proliferación nuclear".

Así, el Gobierno de EEUU solo se planteará el uso de armas atómicas en "circunstancias extremas". En esta nueva estrategia, Estados Unidos se compromete, con ciertas precauciones, a "no utilizar ni a amenazar con armas nucleares" a los países que no cuenten con estos arsenales y cumplan sus obligaciones dentro del Tratado de No Proliferación (TNP).

RESPUESTA "DEVASTADORA"

En caso de que esos países atacaran a EEUU con armas biológicas o químicas, Washington respondería con una fuerza "militar convencional devastadora", según el plan de la Casa Blanca.

Pero EEUU, matiza el informe, se reserva el derecho de modificar su compromiso ante el "potencial catastrófico de las armas biológicas y los rápidos avances" en esas tecnologías.

En el caso de los países que no respeten el TNP, EEUU sí prevé "una estrecha gama de circunstancias en las que las armas nucleares pueden desempeñar un papel".

IRÁN Y COREA DEL NORTE

La otra gran amenaza es la "proliferación nuclear", según el documento, que cita en concreto a Irán y Corea del Norte, cuyo "comportamiento provocador ha aumentado la inestabilidad en sus regiones y podría generar presiones en los países vecinos para plantearse también ellos mismos obtener armas nucleares", según EEUU.

La lucha contra la no proliferación es una de las piedras angulares de la política exterior del presidente estadounidense, Barack Obama, quien hace un año planteó en Praga una propuesta para lograr un futuro sin armas nucleares y quien se dispone a firmar el jueves, también en esa capital, un nuevo acuerdo de reducción de armas nucleares con Rusia.

Este informe se ha dado a conocer un día antes de que Obama parta hacia Praga para firmar en la capital checa con el presidente ruso, Dmitri Medvédev, un nuevo tratado de reducción de armamento atómico que sustituirá al START de 1991, que expiró el pasado diciembre.