La violencia sectaria que no cesa en Irak --ayer se cobró otra treintena de víctimas mortales-- puede dar al traste con los planes de EEUU de reducir el volumen de tropas allí desplegadas. El país se halla al borde de una guerra civil con "implicaciones para el resto de Oriente Próximo y del mundo", advirtió el martes el Director de Inteligencia Nacional y exembajador estadounidense en Irak, John Negroponte.

Ese mismo día, el presidente de EEUU, George Bush, eludió pronunciarse sobre el nivel de tropas. Pero los máximos responsables militares del Pentágono en Irak, John Abizaid y George Casey, viajarán pronto a Washington para aconsejarle sobre este tema, afirmaron fuentes militares a Los Angeles Times . Bush no cree que la escalada de violencia en la nación árabe acabe en una guerra civil, según declaró a la cadena ABC.

"La presencia de EEUU en Irak es una de las principales barreras al comienzo de una guerra civil", opinó el experto en temas de defensa James Phillips, de la conservadora Heritage Foundation. Como otros analistas, Phillips sostiene que la violencia sectaria de los últimos días en el país "ha torpedeado la estrategia de la Administración de Bush de ir reduciendo sus tropas a medida que los iraquís se valen por sí mismos, porque demuestra que lo que hacen es pelear unos contra otros".

PROCESO EN PELIGRO EEUU tiene 138.000 soldados destacados en Irak, con la previsión de reducirlos paulatinamente hasta los 100.000 hacia finales de año. Sin embargo, la continuación de las sangrientas luchas interconfesionales "tendría consecuencias catastróficas para el pueblo iraquí, pues pondría en peligro el proceso democrático en el que están embarcados", advirtió Negroponte. Esta situación desencadenaría, además, "un grave retroceso" en la guerra global contra el terrorismo lanzada por la Casa Blanca tras el 11-S, añadió también el exembajador en Irak.

"Si se declarase una guerra civil en Irak, la empobrecida zona suní sería potencialmente una tierra de nadie que podría convertirse en base para terroristas que operarían en todo el mundo", advirtió el diario The New York Times . El rotativo coincidió con John Negroponte en que "las repercusiones irían más allá de las fronteras iraquís", pues los shiís del sur se verían empujados a la órbita de Irán, los kurdos del norte se declararían independientes, "posiblemente acercándose a Turquía", y los sunís podrían convertirse en cantera de terroristas. La única alternativa a una guerra civil es un Gobierno de unidad.