George Bush firmó ayer un decreto que otorga nuevos poderes a las autoridades de EEUU para decomisar bienes y congelar activos de empresas que den ayuda tecnológica al desarrollo de armas nucleares y químicas en Irán, Corea del Norte y Siria. Bush responde así a las observaciones de una comisión independiente que en marzo criticó el compromiso del espionaje estadounidense contra el desarrollo de armas de destrucción masiva.

Una fuente del Gobierno aseguró que uno de los anexos del decreto recoge una lista con abundante información sobre varias empresas sospechosas de ayudar a los gobiernos enemigos: cuatro en Irán, tres en Corea del Norte y una en Siria. El documento forma parte de un paquete de medidas contra la proliferación de armas de destrucción masiva que Bush hizo públicas ayer, y que incluyen algunas reformas en el espionaje.