El Gobierno de Egipto "no tiene ninguna intención de enviar tropas a Irak", aseguró ayer el ministro de Exteriores egipcio, Ahmed Abul Gheit. Así respondió El Cairo al grupo que el viernes secuestró en Bagdad al diplomático egipcio Mohamed Manduh Qutab. Los Leones de Alá, como se autodenominan los secuestradores, han exigido a Egipto que se abstenga de participar en la formación de la policía iraquí, en respuesta al anuncio que en este sentido hizo esta semana el primer ministro egipcio, Ahmed Nazif.

Egipto ha prometido no enviar tropas a Irak --pese a las presiones de Washington y Bagdad-- pero no ha dicho nada sobre no formar a los futuros policías iraquís. Desde Damasco, el primer ministro de Irak, Iyad Alaui, pidió a El Cairo que no ceda a "las demandas de los terroristas", y dijo que su Gobierno hará lo posible para liberar al rehén.

El secuestro de Qutab, número tres de la Embajada de Egipto en Irak, es el primero de un diplomático desde que comenzó la ola de secuestros en el país, y el más significativo en una semana en la cual los secuestradores se han mostrado muy activos.

POR DINERO El ministro de Exteriores de la India, Natuar Singh, dijo que confía en que los tres camioneros de su país secuestrados esta semana serán liberados pronto, ya que sus captores "sólo quieren dinero". "No es un grupo político --indicó--. Son unos irresponsables que secuestran a gente por dinero".

Los tres permanecen retenidos por el grupo Banderas Negras junto con tres kenianos y otro ciudadano egipcio. Todos trabajan para una empresa de transportes de Kuwait a la que los secuestradores han exigido que cese sus actividades en Irak. La empresa aseguró ayer que no realiza ninguna actividad "en la zona donde se produjeron los secuestros", que la presencia de los camioneros allí "se debió a un error" y que está "negociando para que liberen a los rehenes a la mayor brevedad".

Ayer también fue secuestrado en Bagdad el iraquí Rad Adnane, director de la empresa constructora Al Mansur, una de las que participan en la reconstrucción de Irak. El portavoz del Ministerio del Interior, Sabah Kahdim, señaló que el Gobierno iraquí todavía no ha recibido ninguna noticia de los secuestradores, pero que estaba seguro de que era una cuestión de dinero.

ATENTADO EN UN OLEODUCTO Entretanto, cerca del lago Tharthar, 130 kilómetros al norte de Bagdad, la resistencia iraquí atacó el oleoducto que transporta el crudo de los pozos de Kirkuk hasta la refinería de Dura, en la capital. El ataque causó un incendio que ayer por la tarde no había sido controlado. En Al Anbar, un soldado estadounidense murió tras ser herido en combate, informó EEUU.