Las autoridades egipcias descartaron ayer que Magdy al Nashar, detenido en El Cairo por su supuesta relación con los atentados de Londres, tenga alguna vinculación con Al Qaeda y sea el hombre que fabricó las bombas que los cuatro suicidas hicieron estallar en la capital británica. Pese a todo, Nashar, un químico egipcio, permanecerá bajo custodia hasta que finalice la investigación sobre el 7-J.

El Ejecutivo revisó el informe de Interior que desvincula a Nashar de los atentados. Lo único que Nashar admitió en los interrogatorios es que conoció a uno de los suicidas, Hasib Mir Hussain, y que le ayudó a alquilar un piso en Leeds, según algunos periódicos que citaron a fuentes cercanas a la investigación. Mientras, en Pakistán, el Gonierno detuvo en la madrugada de ayer a más de una veintena de supuestos radicales islamistas, en una operación contra el integrismo.