Hay quien se cree que nuestro presidente es capaz de meterse en un lío como el que se ha visto estos días sólo para arreglar lo de Irak. En el avión de vuelta, con las mejillas aún húmedas de la emotiva despedida de George Bush, Aznar le ha dicho --con más precisión que a otros--, a su periodista independiente de guardia (esta vez le tocó a Miguel Angel Gozalo, presidente de Efe), que después de Irak va todo Oriente Próximo. Israel y Palestina incluidos. Más que tranquilizar da pánico.Cuando

Clinton se fue de la Casa Blanca, el problema palestino estaba en fase de mejorar. Bush le dio toda su confianza a un salvaje asesino como Sharon y desde entonces no hay más que guerra. Lo triste del asunto es ver cómo Aznar intenta colocarse a la cabeza de la manifestación y (sin poner un solo soldado) quiere ser el primero en atacar. Por no hablar de cómo han quedado las relaciones con América Latina y Europa tras sus últimos movimientos. Después de mí, el diluvio.