El debate, casi la subasta, sobre las tropas extranjeras en Irak se ha abierto. Al rebufo de las recomendaciones del comandante en Irak, el general David Petraeus, George Bush tiene previsto anunciar hoy en un discurso la reducción paulatina de 30.000 de sus 160.000 efectivos hasta el verano del próximo año.

Desde Bagdad, el Gobierno de Nuri al Maliki afirma que la cifra podría quedar, a finales del 2008, en 100.000. Demasiados para el presidenciable demócrata y senador Barack Obama, quien presentó un plan de retirada por el que, si gana, no quedarán tropas de EEUU en Irak cuando acabe el próximo año.

A principios de este año, Bush soportaba las críticas de los demócratas y parte de su partido por tener a 130.000 soldados en Irak. Contracorriente, en enero anunció el envío de 30.000 más para poner en marcha una nueva estrategia de seguridad.

Esta semana, Petraeus habló de avances en la seguridad, pero ni siquiera la Casa Blanca afirma ya que la situación política está mejorando. Aun así, Bush anunciará que reducirá en 30.000 soldados la presencia militar en Irak. Los mismos republicanos moderados, que a principios de año consideraban excesivos para sus esperanzas electorales la cifra de 130.000 soldados, recibieron como una bendición la recomendación de Petraeus de que en julio del 2008 habrá.130.000 militares en Irak.

LOS CONDICIONALES Y todo ello con un gran "si" condicional: si la seguridad sigue mejorando, si se afianza el proceso político en Irak, si las fuerzas de seguridad iraquís pueden asumir más responsabilidad, se producirá esta reducción. Para Mowaffaq al Rubaie, consejero de Seguridad Nacional del Gobierno iraquí, si se dan las condiciones, la cifra a finales de año sería de 100.000. Y, mientras, Maliki pide tiempo. Lo que Petraeus le ha dado a Bush: tiempo para entrar en el 2008 con la misma presencia de tropas del inició del 2007.