Una "sólida mayoría" de militares estadounidenses está dispuesto a aceptar la supresión de la ley Don't ask, don't tell (no preguntes, no digas), que prohíbe que formen parte del Ejército los homosexuales que hagan pública su condición. Según un informe que ayer hizo público el Pentágono, un 70% de los militares piensan que la anulación de dicha norma tendrá un impacto positivo o que no afectará la labor del Ejército.

Este dato contrasta, sin embargo, con la opinión de los Marines, cuerpo de élite del Ejército de EEUU, y de ciertas unidades de combate del Ejército de Tierra, donde entre un 40% y un 60% rechazan la supresión de la normativa, instaurada en 1993. El secretario de Defensa, Robert Gates, que el pasado marzo encargó la elaboración de este estudio, ha admitido que las reticencias de estas unidades es "motivo de inquietud", pero no "una barrera infranqueable". De hecho, ha subrayado que un 69% de militares creen que ya han tenido en su unidad a un compañero homosexual sin que ello supusiera ningún problema, y esto incluye a los Marines.

El informe concluye que es "exagerado" pensar que si se permite a los militares homosexuales expresar abiertamente su condición, estos se mostrarán afeminados e incomodarán a sus compañeros. "En la sociedad civil, la mayoría de homosexuales tienen un comportamiento discreto. En un ambiente militar, ocurrirá lo mismo", añade.

VOTACIÓN CLAVE

Más de 115.000 militares han sido encuestados para este informe, que la Casa Blanca tiene previsto aportar este mes en el Senado como argumento para la votación de la derogación de la ley. El estudio concluye que el riesgo de que la anulación de normativa reste eficacia a las Fuerzas Armadas es mínimo. La supresión de la Don't ask, don't tell es una de las apuestas fuertes de Barack Obama y los analistas políticos consideran que si no consigue derogarla, los votantes homosexuales podrían castigarle con su abstención de cara a las presidenciales del 2012.

De hecho, Obama ha previsto la votación para este mes, antes de que los republicanos tomen el control de la Cámara de Representantes y de que los demócratas pierdan peso en el Senado. Precisamente ayer el presidente instó a la Cámara alta a votar el tema "lo más rápido posible" para que él pueda promulgar la anulación de la ley este año. Gates, los principales responsables militares del país y los autores del informe comparecen hoy y mañana ante la Comisión de Defensa del Senado para declarar sobre el estudio.