Los mandos militares israelís a cargo de la ofensiva contra la milicia islámica de Hibzbulá aconsejan a los civiles evacuar las aldeas del sur de Líbano, donde el Ejército continúa sus operaciones por tierra.Mientras, miles de ciudadanos en las localidades israelís de Galilea, a lo largo de la frontera de 110 kilómetros con el Líbano, y hasta la ciudad portuaria de Haifa, han pernoctado por séptima noche consecutiva en refugios, si bien no se han registrado ataques durante la madrugada.Hizbulá ha asegurado en un comunicado que sus combatientes han repelido una incursión terrestre israelí en el sur del Líbano y han destruido dos tanques israelís. Según la televisión Al Manar, soldados israelís intentaron penetrar en el territorio libanés esta madrugada, cerca de la aldea Maron al Raas."Los hombres de Hizbulá han hecho frente al ataque y han destruido dos tanques Merkava", añade la emisora. También ha insistido en que los milicianos del Partido de Dios habían conseguido repeler varias incursiones del Ejército israelí en las últimas 24 horas, en las que, según la fuente, han muerto seis soldados israelís y han sido destruidos seis tanques. La situación de NasraláPor su parte, fuentes militares israelís citadas por medios locales, han reiterado que el secretario general de Hizbulá, Hasán Nasralá, se encontraba anoche junto con otros dirigentes en el búnker que atacó la aviación israelí. Los pilotos de la Fuerza Aérea han asegurado que las bombas, de alto poder, habían alcanzado el objetivo, según han informado fuentes militares.Los bombarderos lanzaron 23 toneladas de dinamita sobre el supuesto búnker de Nasralá en el campo de refugiados palestinos de Burch el Barachne, al sur de Beirut. Hizbulá, en cambio, ha asegurado que ninguno de sus jefes estaba en el edificio atacado, según ha informado la televisión Al Manar, órgano de la milicia chií libanesa.Desde hace cuatro días, cuando se dio a conocer un mensaje grabado del líder de la milicia, no se ha vuelto a ver a Nasralá.Éxodo masivoEl ministro israelí de Seguridad Interior, Avi Dichter, exjefe del Servicio de Seguridad General (Shin Bet), ha declarado que los milicianos libaneses tratan de evitar un éxodo de los aldeanos del sur "y lo hacen amenazándolos con sus armas". Dichter ha dicho que la milicia proiraní de Hizbulá "debe entender que Israel no puede admitir que siga manteniendo sus fuerzas a lo largo de la frontera".De momento, los soldados de la infantería israelí, apoyados por la aviación y la artillería, han penetrado en una franja de un kilómetro y medio de profundidad en el territorio libanés.Los soldados de la infantería y del cuerpo de ingenieros israelís --que sufrieron ayer dos muertos y ocho heridos en combates con los guerrilleros de Hizbulá en el punto fronterizo de Avivim--, están destruyendo sistemáticamente sus refugios.140 cohetesSegún fuentes militares, centenares de guerrilleros se encuentran aún en el sur del Líbano y son los que disparan los cohetes Katiusha y otros misiles contra localidades del norte de Israel. En la víspera, según han indicado, dispararon 140 de esos proyectiles.Fuentes de la Fuerza Aérea han manifestado que desde que comenzó la ofensiva, han sido bombardeados 200 objetivos destinados al disparo de misiles y cohetes contra el norte y el centro de Israel.Algunas fuentes militares han indicado que las operaciones de tierra son llevadas a cabo por "pequeñas unidades" a fin de desmantelar la infraestructura de la milicia islámica, pero que pueden "ampliarse" para impedir que sigan disparando sus misiles y cohetes.Otras descartaban una invasión masiva como la de 1982 para desarticular a la guerrilla palestina, operación que se prolongó de hecho hasta 1984, y en la cual además de miles de palestinos y libaneses, murieron 650 soldados israelís.Ataques a puntos estratégicosLa Fuerza Aérea israelí ha continuado sus ataques esta madrugada a jefaturas de la milicia, puentes y rutas que sirven a sus combatientes, y el aeropuerto, según han informado fuentes castrenses. La secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, tiene previsto viajar el próximo lunes a Egipto, y el martes a Israel, para buscar una salida a la grave y sangrienta crisis.