En una carta dirigida a los militares israelís, el jefe del Estado Mayor, Dan Halutz, admite por primera vez que el Ejército hebreo cometió errores durante el mes de guerra contra la milicia Hizbulá en el sur del Líbano. "De forma paralela a los logros, el combate puso al descubierto deficiencias en varios aspectos: logístico, operacional y de mando", reconoce Halutz en su escrito, que se hace público en un momento en que los reservistas aumentan sus críticas a los mandos y a los líderes políticos y cuando el primer ministro, Ehud Olmert, ultima los detalles de la prevista comisión de investigación.

"Estamos dispuestos a una exhaustiva y completa investigación de los fallos y los éxitos", dice Halutz, quien añade que todo el mundo será investigado. Las críticas que recibe el Ejército son variadas, y van desde tener a soldados luchado más de once horas a denuncias de que los combatientes no tenían víveres.

Los políticos --con Olmert y el ministro de Defensa, Amir Peretz a la cabeza-- también están en el punto de mira. Por eso, el primer ministro se ha pasado los últimos días visitando las zonas del norte del país más castigadas por los cohetes de Hizbulá.