Jihad Faqeh tenía 8 años y ayer murió por disparos de soldados israelís en Naplusa. Un niño más engorda la lista de víctimas de la Intifada en unas circunstancias que no por habituales dejan de ser trágicas: un grupo de palestinos lanza piedras a los militares y éstos abren fuego.

Como también es habitual, diferentes versiones circularon ayer sobre lo ocurrido. Según fuentes palestinas, un grupo de jóvenes atacó a un jeep con piedras y los soldados abrieron fuego, matando al pequeño Jihad cuando salía de clase. Según fuentes militares, hubo "fuertes enfrentamientos" en los que los palestinos lanzaron dos explosivos al vehículo. Donde no hay que lamentar víctimas, por el momento, es en la reocupación de Belén. Allí el Ejército israelí prosigue con sus detenciones y el toque de queda sigue en vigor, a pesar de que un ligero repliegue hizo que ayer circulara el rumor de una retirada.

NOCHEBUENA Y NAVIDAD

El diario Yediot Ajronot publicó ayer que no sólo no existen planes de retirada de la ciudad bíblica sino que el Ejército se plantea seguir en Belén incluso durante las fiestas navideñas. Todo ello a pesar del coste en imagen internacional que supondría este hecho y pese a las presiones de Estados Unidos.

Con las primarias del Likud a la vuelta de la esquina y las elecciones generales convocadas para el 28 de enero, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, no tiene un gran margen de maniobra para planear las operaciones militares. Una retirada no sería bien recibida por un electorado que le exige seguridad, pero EEUU necesita que el patio de Cisjordania no sabotee sus esfuerzos para lograr el apoyo árabe ante un posible ataque a Irak.