Un grupo de monjes tibetanos aprovechó la entrada de un primer grupo de periodistas extranjeros en Lhasa, la capital regional, para manifestarse hoy en protesta por la falta de libertad religiosa, según informaron los componentes de esa delegación de reporteros.

Los monjes, alrededor de 30, se manifestaron durante unos 15 minutos en las inmediaciones del templo Johkang de Lhasa, uno de los más sagrados para el budismo tibetano, También gritaron que el Dalai Lama no era culpable de la violencia registrada el pasado 14 de marzo, pese a que Pekín insista en que él fue el instigador de la revuelta.

La agencia estatal Xinhua también informó de esta protesta, aunque evitó entrar en detalles y simplemente señaló que "el tour de periodistas extranjeros fue interrumpido por un grupo de lamas". De acuerdo con los periodistas extranjeros en Lhasa, uno de los monjes gritó "el Tíbet no es libre" y comenzó a llorar.

El pasado 14 de marzo, tibetanos de Lhasa atacaron tiendas y edificios públicos, dirigiendo su violencia contra chinos de etnia Han y musulmanes Hui, causando 19 muertos. La violencia se produjo después de que el 10 de marzo la policía reprimiera violentamente las marchas de monjes tibetanos para conmemorar el 49 aniversario de la rebelión del Tíbet contra China, que fracasó y motivó la huida al exilio del Dalai Lama.

Tras los incidentes del 14 de marzo, que tuvieron réplicas en otras zonas de población tibetana, la prensa extranjera acreditada en China exigió a Pekín que levantara la prohibición de la entrada de reporteros foráneos al Tíbet. Ante ello, el gobierno comunista respondió organizando un viaje para 26 periodistas de 19 medios de comunicación, en su mayoría de habla inglesa.

Mientras China asegura que la situación ha vuelto a la normalidad en Lhasa, el gobierno tibetano en el exilio defiende que la represión policial posterior causó 140 muertos. Aunque algunos grupos tibetanos aseguraron que las manifestaciones de hace dos semanas fueron pacíficas, el propio Dalai Lama llamó a su pueblo a que abandonara la violencia.

Los reporteros extranjeros en Lhasa visitaron ayer y hoy, en el tour organizado, una clínica que fue atacada cerca del monasterio de Johkang y los restos de una tienda de ropa donde cinco trabajadoras chinas perecieron en el incendio causado por los manifestantes tibetanos.