La actividad más multitudinaria y analizada de las realizadas por Barack Obama durante este viaje internacional ha sido el discurso de Berlín. Y es precisamente en su oratoria donde muchos expertos en política internacional encuentran una de las claves de la seducción que ejerce el candidato demócrata y, también, una de sus múltiples ventajas frente a John McCain.

Mientras el aspirante republicano a la Casa Blanca pasa visibles apuros cuando tiene que leer los discursos en la pantalla de un teleprompter, Obama ha alcanzado maestría en dotar sus intervenciones de una sensación de vivida convicción, como si no leyera frases preparadas con mucho tiempo de antelación.