El presidente francés, Jacques Chirac, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, se reunieron por la mañana en el Palacio del Elíseo, donde tuvieron lugar varios actos bilaterales previos a la cumbre cuatripartita de la tarde. Uno de estos actos fue una recepción en el invernadero del Elíseo a escritores rusos que participan en el Salón del Libro de París. La reunión en la sede presidencial evitó a Putin toparse con manifestaciones hostiles organizadas por la Federación Internacional de Derechos Humanos y el Comité Chechenia para exigir que "se rompa el silencio frente al poder ruso".

Posteriormente, Chirac y Putin visitaron el centro militar estratégico de operaciones aéreas francesas en Taverny, a las afueras de París. Con este gesto, París quiso corresponder a la visita que el presidente francés hizo hace un año al centro secreto ruso de Krasnoznamensk, encargado del control de los satélites militares y los misiles balísticos intercontinentales rusos.

Se ignora si Chirac aprovechó el almuerzo a solas con Putin para hablar de Chechenia, un conflicto que, según Francia, sólo tiene una salida política. El exministro socialista Jack Lang denunció "la alfombra roja" desplegada "de nuevo" por Francia ante Putin, cuando "los derechos humanos y la democracia son conculcados sin cesar en Rusia".

"VALOR Y DIGNIDAD" "La masacre de los chechenos continúa" agregó Lang en un comunicado, en el que pidió a los dirigentes occidentales que muestren "valor y dignidad" ante Putin. La exlíder de los Verdes, Dominique Voynet, pidió a Chirac que condene "el asesinato" del líder separatista checheno, Aslan Masjádov.