El Elíseo ha convertido los rumores sobre la vida privada de Nicolas Sarkozy y Carla Bruni en un asunto de Estado. Ya no se trata solo de perseguir a quienes han dado pábulo a las especulaciones difundidas en internet sobre presuntas aventuras extraconyugales. Tanto el consejero de comunicación del presidente francés, Pierre Charon, como su abogado, Thierry Herzog, atribuyeron ayer la difusión a "un complot", e insinuaron la implicación de oscuros intereses financieros.

Sarkozy ha roto una vez más con las pautas de comportamiento de un presidente de la República, entre ellas la de responder a los rumores ignorándolos. Esta ha sido formalmente su reacción al negarse a "perder un solo segundo" comentando el asunto después de que diarios serios como The Daily Thelegraph reprodujeran la especulación amparándose en su aparición en un blog del prestigioso Journal du Dimanche . El blog se hizo eco de habladurías difundidas a través de Twitter que relacionaban a Bruni con el cantante Benjamin Biolay y a Sarkozy con la secretaria de Estado Chantal Jouanno.

La semana pasada, a instancias del Elíseo, el Journal du Dimanche presentó una denuncia "por introducción fraudulenta de datos en un sistema informático". El rotativo despidió al director de los contenidos informáticos y al autor del blog.

Mientras, el diario satírico Canard Encha®né publicó que el presidente sospechaba de la exministra Rachida Dati. La publicación relacionaba la decisión de desposeer a la hoy eurodiputada de coche oficial y de escolta con una venganza de Sarkozy. Dati rechazó la acusación.

Las invectivas de Charon, mencionando "una especie de complot organizado con movimientos financieros" antes de que Francia acceda a la presidencia del G-20 en el 2011, apuntan hacia un intento de desestabilizar al presidente francés por parte de sectores contrarios a la regulación del sistema financiero, que defiende Sarkozy.