La Embajada de Cuba en España justificó ayer públicamente los tres fusilamientos que el régimen de Fidel Castro llevó a cabo el viernes contra los autores del secuestro de la lancha Baraguá, el pasado 2 de abril. La jefa de la diplomacia cubana, Isabel Allende Karam, recordó que hay 83 países en el mundo que mantienen la pena capital en sus legislaciones y añadió que España mantiene "relaciones importantes y estratégicas" con buena parte de ellos, entre los que se encuentra Estados Unidos.

"DOBLE RASERO"

Por eso, Allende pidió al Gobierno de José María Aznar que no aplique un "doble rasero" con Cuba a raíz del endurecimiento represivo que ha puesto en marcha el régimen de Fidel Castro. La embajadora aseguró que, si el Gobierno adoptara medidas contra el régimen castrista, los españoles "se preguntarían por qué a Cuba se le aplica el doble rasero de horrorizarnos con la pena de muerte cuando no se ha visto ese horror" con otros países que aplican ese castigo.

Para Allende, sancionar económicamente a Cuba para protestar por los fusilamientos no sólo es "desmedido", sino que "no se corresponde en absoluto con la legalidad internacional y con la ética y la moralidad". La embajadora solicitó, además, que las críticas a la política interna cubana se mantengan al margen de la contienda electoral española, en referencia a la petición de Aznar para que el PSOE condenase los fusilamientos.

CONDENA EJEMPLAR

La diplomática dijo que podía comprender la "sensibilidad" que existe en España respecto a la pena de muerte, pero justificó que su país sólo la aplica "con carácter excepcional". Dijo que los ajusticiados cometieron un "acto terrorista" y defendió la "condena ejemplarizante". "El Gobierno está convencido de que actúa en virtud de los más legítimos intereses de nuestro país y de nuestro pueblo", resumió.