Sonrisas, caras de satisfacción y ambiente festivo llenaron ayer la embajada de Estados Unidos en Jerusalén en su inauguración. Una radiante Ivanka Trump y un Binyamin Netanyahu que no cabía en sí de gozo formalizaron la apertura de la legación, mientras a poco más de una hora de coche, en Gaza, se producía la mayor matanza de palestinos desde la ofensiva israelí del 2014 en la franja: más de 50 muertos en los enfrentamientos con soldados israelís.

«En nombre del 45º presidente de los Estados Unidos de América, os damos la bienvenida oficialmente, por primera vez, en la embajada de EEUU, aquí en Jerusalén, la capital de Israel», dijo Ivanka en nombre de su padre, el presidente estadounidense, Donald Trump. Ivanka destapó la placa de inauguración de la embajada en una ceremonia que ha empezado a las 4 de la tarde, hora en que David Ben Gurion proclamó el Estado de Israel el 14 de mayo de 1948.

«DÍA HISTÓRICO» / El discurso más pomposo lo pronunció el primer ministro israelí, Netanyahu. «Nos hemos reunido aquí en otro día histórico en la vida de esta ciudad que sé que tendrá su lugar junto a otras decisiones cruciales en la historia de nuestro pueblo», afirmó. «Gracias, presidente Trump, por tener el coraje de mantener tus promesas (...) Hoy es un gran día para Israel, es un gran día para América, pero creo que también es un gran día para la paz», dijo el jefe del Gobierno israelí.

«Solo se puede construir la paz sobre la verdad. Y la verdad es que Jerusalén ha sido y siempre será la capital del pueblo judío, la capital del Estado judío», añadió Netanyahu arropado por los aplausos de los aproximadamente 800 asistentes al acto, entre los que había pocos diplomáticos extranjeros, ya que la mayoría boicotearon el acto.

Trump estuvo ausente físicamente de la ceremonia pero se ha dirigió a los invitados vía satélite: «Que Dios os bendiga y bendiga a los Estados Unidos de América». El líder de EEUU aseguró que su país está comprometido con el statu quo de los lugares santos de Jerusalén y con la paz y la mediación entre «Israel, los palestinos y todos sus vecinos».

Los palestinos no ven a Trump como un buen mediador. «Con este paso, la Administración de EEUU ha cancelado su rol en el proceso de paz y ha insultado al mundo, al pueblo palestino y a la nación árabe e islámica y ha causado incitación e inestabilidad», declaró Nabil Abu Rudeineh, portavoz del presidente palestino, Mahmud Abás.

Decenas de palestinos y algunos israelís llevaron cabo protestas cerca de la embajada de EEUU, en el barrio de Arnona, en la parte oeste (israelí) de Jerusalén. «La decisión de Trump es repugnante y pone en peligro a palestinos e israelís. Estamos aquí para resistir», subrayó la israelí Maya Rosen.

VIOLENCIA POLICIAL / Los manifestantes, que gritaban consignas como «Trump, entérate, Palestina será libre», llevaban banderas palestinas y pancartas que la policía les confiscó con violencia, a pesar de que la protesta era pacífica. Los agentes no actuaron contra la pequeña concentración de israelís que a unos metros gritaban a favor de Trump. En las ciudades de Hebrón, Nablus y Belén, las manifestaciones fueron de menor entidad.