Todo está preparado para que hoy se siente en el banquillo de los acusados Sadam Husein. Es el primer juicio que se abre contra el dictador iraquí, que deberá responder, junto a siete de sus lugartenientes, por la matanza en 1982 de más de 140 personas del pueblo shií de Dujail, al norte de Bagdad. El juicio contra Sadam, que puede ser condenado a muerte, preocupa a algunas organizaciones de derechos humanos, que consideran que no se ajusta a la ley internacional.

Cinco magistrados, de los que se desconoce su identidad por medidas de seguridad, serán los encargados de determinar si el dictador estuvo o no implicado en los hechos de Dujail. El instructor del caso, el juez Raad Juhi, asegura que hay pruebas suficientes que demuestran que Sadam fue el inductor de la masacre. Actuó como represalia por un intento de asesinato que estuvo a punto de costarle la vida.

ENCARCELADOS EN ABU GRAIB En julio de 1982, un grupo armado shií disparó contra el vehículo en el que viajaba Sadam a su paso por Dujail. La venganza fue fulminante. Helicópteros de combate y tropas terrestres asaltaron el pueblo. Además de los muertos, numerosas personas fueron detenidas, entre ellos mujeres y niños, y encarceladas en la prisión de Abú Graib. Los supervivientes fueron deportados a una zona desértica junto a la frontera con Arabia Saudí.

Según las autoridades, la comparecencia de hoy de Sadam durará unas pocas horas, el tiempo para que la acusación le lea los cargos y la defensa --que coordina la hija del dictador, Raghan-- exponga la larga lista de errores de procedimiento que considera que se han producido durante la instrucción. La defensa intentará aplazar lo máximo posible la continuidad del juicio, lo que los analistas dan por seguro.

La defensa, cuya voz cantante será el abogado iraquí Jalil Dulaimi, considera "ilegal" el tribunal que juzga a su cliente, al ser designado por las "fuerzas de ocupación". Un argumento de poco peso, según sus detractores, ya que los jueces fueron ratificados después por el Parlamento elegido en enero de este año.

CASO SENCILLO La queja de la defensa contó esta semana con el apoyo de la organización Human Rights Watch, que expresó sus dudas sobre la claridad del proceso y la independencia del tribunal. Citando a fuentes anónimas del tribunal, The New York Times reveló ayer que las autoridades iraquís presionaron y amenazaron con destituir a los jueces si no aceleraban el proceso. Entre las atrocidades imputadas a Sadam, se optó por empezar por la masacre de Dujail, al ser el caso más sencillo y rápido de instruir, según el periódico.

Ayer, en un comunicado por internet, el clandestino partido Baaz, base del antiguo régimen, instó a atacar, "disparando y lanzando proyectiles de la muerte", contra las tropas de "ocupación" y las fuerzas iraquís "colaboracionistas", en respuesta a "este juicio ilegal que abre un nuevo capítulo de guerra santa para la resistencia armada".

El juicio contra Sadam ha acentuado la tensión en el país, a la espera de los resultados del referendo del sábado. Según los analistas, el triunfo del puede arrastrar a muchos sunís a unirse a los grupos armados.