Un civil estadounidense murió y otro resultó herido grave en un atentado perpetrado ayer al norte de la capital de Kuwait. Es el sexto ataque contra estadounidenses que tiene lugar desde octubre en el emirato, donde ya hay desplegados miles de soldados de EEUU en preparación de un ataque a Irak, una presencia que incomoda a buena parte de la población.

La embajada estadounidense en Kuwait calificó el atentado como un "ataque terrorista contra un ciudadano estadounidense inocente". La víctima mortal, Michael Rane, de 51 años, y su acompañante, identificado sólo como David, de 47 años, eran dos empresarios que trabajaban para el Ejército.

UNA EMBOSCADA

El atentado tuvo lugar cerca de la base militar estadounidense, Camp Doha, a 30 kilómetros de la capital kuwaití, cuando un hombre armado con un kalashnikov ametralló el todoterreno en el que viajaban las víctimas. El asaltante, que podrían haber sido dos, descerrajó 24 balas sobre el automóvil en el que viajaban.

Este nuevo atentado, el sexto desde octubre pero el primero contra civiles, extendió el miedo entre la colonia estadounidense. "Hemos tratado de ignorar estos ataques, pero después de este último, parece sólo cuestión de tiempo que empiecen a disparar contra mujeres y niños", afirmó Wendy Al-Amari, maestra.

EEUU tiene desplegados 16.000 soldados en Kuwait, una presencia que empieza a pesar demasiado para algunos kuwaitís, que creen que Washington está yendo demasiado lejos.