Las empresas estadounidenses que han logrado sustanciosos contratos para la reconstrucción de Irak y Afganistán habían hecho importantes contribuciones a la campaña electoral del presidente George Bush, según reveló ayer en Washington el Centro para la Integridad Pública, que investiga el comportamiento ético del Ejecutivo de EEUU. Este centro ha investigado durante seis meses a más de 70 empresas y contratistas individuales norteamericanos.

Bush recibió en las elecciones del 2000 más de 500.000 dólares (431.000 euros, 50 millones de pesetas) de estos consorcios, una cantidad superior a la que habían donado a cualquier otro candidato en los últimos 12 años, dijo ayer el centro.

DEPARTAMENTOS IMPLICADOS

Las 10 empresas que recibieron los contratos más importantes, por un volumen global superior a 7.300 millones de dólares (6.300 millones de euros), tienen, además, importantes conexiones políticas y militares, añadieron los investigadores. El centro, sin embargo, no llegó a acusar de corrupción ni a las empresas ni a los departamentos del Gobierno --el Pentágono, el Departamento de Estado y la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional-- que asignaron los contratos para la reconstrucción de Irak.

Aun así, el director del centro, Charles Lewis, destacó lo "propenso al despilfarro, al fraude y al amiguismo" que es el sistema de adjudicación de contratos empleado. El Gobierno adjudicó las contratas sin someterlas a subasta.