Un juez de Washington ordenó ayer el ingreso en prisión de Judith Miller, reportera del diario estadounidense The New York Times, por negarse a revelar sus fuentes. Matthew Cooper, de la revista Time , accedió a hacerlo, con lo que no irá a prisión.

Cooper y Miller se negaron durante meses a comparecer ante un jurado que intenta averiguar quién en el Gobierno de EEUU filtró, en verano del 2003, la identidad de la agente secreta de la CIA Valerie Plame, esposa de un exembajador. En el país norteamericano, revelar a sabiendas la identidad de un agente secreto es un delito federal, pero como se desconoce quién fue la fuente y cuáles sus intenciones, pese a los dos años de pesquisas aún no se ha podido determinar si existe o no delito.

El magistrado Thomas Hogan ordenó el encarcelamiento inmediato de Miller y dijo que permanecerá en prisión hasta octubre, cuando acaba el mandato del gran jurado que está investigando el asunto, o antes, si decide testificar.

SIN LIBERTAD DE PRENSA "Si los periodistas no pueden dar garantías a sus fuentes, entonces los periodistas no pueden trabajar y no pueden tener libertad de prensa", afirmó Miller. El director de The New York Times , Bill Keller, calificó la sentencia de "un acto draconiano que castiga a una periodista honorable". Keller dijo que Miller había tomado "una decisión valiente y según sus principios".

El otro periodista afectado por haber publicado el nombre de Plame, Cooper, explicó que, ayer mismo, recibió "el consentimiento personal" de su fuente para que revelara su identidad. "Por lo tanto, estoy preparado para testificar", afirmó.

El jueves de la semana pasada, su publicación, la revista Time , tomó la iniciativa de entregar sus libretas de notas a la justicia, con la esperanza de que las informaciones que contenían satisficieran a los investigadores, algo que no ocurrió.

El semanario Newsweek publica esta semana que el nombre que la justicia busca es el de Karl Rove, el principal asesor de George Bush. Rove, según la prestigiosa revista, lo habría hecho para vengarse del marido de Valerie Plame, el exembajador Joseph Wilson, quien publicó un artículo en The New York Times contra la guerra de Irak.

GUANTANAMO El presidente de EEUU, George Bush, afirmó ayer que los presos de Guantánamo son "bien tratados" y que hay una "total transparencia" en la base. Bush prometió que los prisioneros tendrán un "juicio justo". El dirigente hizo estas declaraciones en Copenhague, donde la reina Margarita le agasajó con una tarta con motivo de su 59º cumpleaños.