La Policía iraquí ha encontrado en las últimas 24 horas 30 cadáveres en distintos puntos de Bagdad, la mayoría con señales de haber sido torturados antes de ser ejecutados, según indicaron fuentes policiales.

Las fuentes agregaron que la mayoría de las víctimas aparecieron con los ojos vendados, las manos atadas en la espalda y un impacto de bala en la cabeza.

Las fuentes han asegurado que las muertes se enmarcan dentro de la ola de violencia que vive el país desde febrero de 2006, cuando un atentado contra un templo chií en la ciudad de Samarra, a 125 kilómetros al norte de Bagdad, desató la violencia interreligiosa.

A pesar de que el Gobierno de Nuri al Maliki lleva aplicando un plan de seguridad para Bagdad y sus alrededores desde hace cuatro meses, el número de cuerpos sin vida hallados en la capital sigue sin disminuir.