La policía mexicana halló en una casa los cadáveres de seis hombres que habían sido secuestrados por un grupo de delincuentes con el que se enfrentó hoy a tiros en la ciudad mexicana de Tijuana, fronteriza con Estados Unidos. Los seis cuerpos fueron encontrados en una "casa de seguridad" (domicilio clandestino empleado por el crimen organizado) después de un tiroteo de policías y soldados con un grupo de criminales, dijo en un comunicado la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal.

Los cadáveres estaban amordazados, con los ojos vendados y tenían un "tiro de gracia", agregó el ministerio, que no identificó a las víctimas ni dio detalles de cuándo fue perpetrado el crimen múltiple. En la refriega murió una persona, al parecer un delincuente, y resultaron heridos tres agentes federales y uno municipal, además de que fueron detenidos cuatro presuntos criminales.

Este jueves la policía localizó la "casa de seguridad" en el sector Cortez de Tijuana y al llegar al lugar fue recibida a balazos por los delincuentes. Al concluir el tiroteo fueron detenidos cuatro delincuentes, dos de ellos en la casa y dos en las inmediaciones, de estos últimos uno dijo que es policía municipal, según la SSP. A los detenidos se les incautaron tres camionetas, ocho fusiles de asalto AK-47, y tres R-15, además de 30 cargadores.

El enfrentamiento coincidió con un acto que las autoridades realizaban en una barrio vecino para honrar a tres jefes de policía que fueron asesinados en días pasados. Tijuana es una de las ciudades de México donde los capos del narcotráfico mantienen una cruenta "guerra" contra grupos rivales y contra la policía.

El año pasado, la violencia desatada por el crimen organizado dejó en todo el país un saldo extraoficial de 2.700 muertos, unos 500 más que en el 2006.