Diversos países cortaron sus relaciones con Qatar alegando que apoya el terrorismo e interfiere en asuntos ajenos: Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Baréin, Egipto, Yemen, Maldivas, Comores, Mauritania, Senegal, la autoproclamada República de Somalilandia y el Gobierno de Libia con base en Tobruk. Además,Jordania, Chad, Eritrea, Niger y Djibuti degradaron sus relaciones diplomáticas con el país más rico del mundo.

El líder del frente anti-Qatar es Arabia Saudí, que forma el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) junto a EAU, Baréin, Qatar, Kuwait y Omán. Arabia Saudí, país suní wahabí gobernado por la dinastía Saud, es un gran aliado de EEUU que ve a Qatar como un rival. Aunque su gran enemigo es Irán, con quien compite por la hegemonía en la región.

Saudís e iranís libran una guerra indirecta en Yemen. Los primeros mantienen un fuerte apoyo militar -con bombardeos- al Gobierno del presidente Hadi, en Adén, y los segundos arman a los rebeldes hutís.

CONTRA EL ACERCAMIENTO A IRÁN

Qatar se ha acercado a Teherán porque los dos países comparten la explotación del yacimiento de gas más grande del mundo. Riad cortó relaciones con Irán en el 2016 tras un ataque contra la embajada saudí en Teherán.

Los saudís mantienen fuertes lazos con EAU y Baréin, a cuya monarquía ayudaron a aplastar la revuelta del 2011. De mayoría chií y gobernado por la monarquía suní de los Al Jalifa, Baréin acoge la Quinta Flota de EEUU. Este país tiene a más de 1.000 empresas operando en EAU, que es el primer mercado para las exportaciones de Washington en Oriente Próximo.

Riad respaldaba al expresidente egipcio Hosni Mubarak, derrocado en el 2011, y estuvo en contra del mandatario egipcio elegido en las urnas, el islamista Mohamed Mursi, de los Hermanos Musulmanes. Este grupo apoyado por Qatar está proscrito en Egipto bajo la presidencia de Abdelfatá al Sisi, quien depuso a Mursi en un golpe. Con Sisi, Riad devolvió su apoyo a El Cairo y los dos países firmaronimportantes acuerdos económicos.