"Karina", una de las guerrilleras más activas, que comandaba el sanguinario frente 47 de las FARC, se entregó hoy en el departamento colombiano de Antioquia, ante el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) y tropas militares, informaron portavoces oficiales. Según la página electrónica del diario El Tiempo, de Bogotá, "Karina" asesinó a Alberto Uribe Sierra, padre del presidente colombiano, que fue secuestrado por las FARC en 1983.

El ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos, precisó que "Karina", alias de Nelly Avila Moreno, se entregó en el caserío Jordania, departamento de Antioquia, junto a su jefe de seguridad, alias "Michín". Santos indicó que la guerrillera "estaba prácticamente muriéndose de hambre" y aseguró a Radio Cadena Nacional, RCN, que "estábamos desde hace mucho tiempo detrás de esta mujer que tanto daño hizo a Antioquia y a toda la región del Urabá".

El ministro insistió en que ahora la rebelde "está a buen recaudo" y aclaró que los servicios de inteligencia del Estado siempre la tuvieron ubicada, aunque logró escapar en varias operaciones. Santos aclaró que la entrega de Karina se debió a una operación conjunta entre el Ejército colombiano y del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, policía secreta).

Nelly Ávila Moreno, de 45 años, también conocida como "Janet Mosquera Rentería" o "Rocío Arias", comenzó a militar en las FARC hace más de 20 años. Hace dos semanas, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, le envió un mensaje garantizando su seguridad cuando se entregara.

En marzo pasado, Pedro Pablo Montoya, alias "Rojas", que estaba bajo el mando de "Karina", asesinó al jefe guerrillero Iván Ríos, tras lo cual se entregó a las autoridades con uno de los brazos de su víctima. "Karina" está acusada de dirigir el frente 47 de las FARC y de numerosos ataques contra miembros del Ejército y la Policía de Colombia.

Entre los más sangrientos está el perpetrado en el departamento del Chocó, en diciembre de 2005, donde, junto con hombres del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y del Ejército Revolucionario Guevarista (ERG), mató a 8 policías y secuestró a 30. Sobre ella pesan seis órdenes de captura, cuatro en Bogotá, una en Medellín y otra en Cali, por homicidio, terrorismo, rebelión, secuestro extorsivo y daño a bien ajeno.

En junio de 2002 dirigió una incursión en Arboleda-Pensilvania, en el centro de Colombia, donde fueron asesinados 13 policías y cuatro civiles, entre ellos una mujer, que fue quemada por ser esposa de uno de los uniformados.