José María Aznar se ha entregado con armas y bagajes (de tierra, mar o aire, ya veremos) a la posición más dura del presidente Bush. Pase lo que pase, haya voto o haya veto, España toma la posición de buen vasallo, aunque Aznar piense que desde los tiempos del emperador Carlos España no había brillado tanto bajo la luz del sol. España es cofirmante con EEUU de la propuesta de segunda resolución presentada por el Reino Unido. Lo nunca visto. Bueno, sí. Una vez, los antecesores de Aznar firmaron el Tratado de París y el fin de las colonias en 1898. Y, años después, un tratado sobre bases, en 1953, significó el reconocimiento de la dictadura por parte de EEUU.Tanta felicidad ha impulsado a

Aznar a intentar arreglar también el problema palestino. La verdad es que si la legendaria amistad hispano-árabe debe seguir el curso que ha utilizado con Marruecos, que se preparen los palestinos con los esfuerzos del señor Aznar para arreglarles el futuro. Con permiso del Emperador.