El nuevo enviado especial de la ONU en Afganistán, Staffan de Mistura, se reunió hoy con una delegación del grupo insurgente liderado por el antiguo comandante muyahidín y ex primer ministro Gulbudín Hekmatyar. En un comunicado, la misión de la ONU en Afganistán (UNAMA) informó de que el diplomático italo-sueco subrayó a sus interlocutores la importancia de su presencia en Kabul para dialogar con las autoridades.

La delegación del grupo insurgente Hizb-e-Islami llegó la semana pasada a la capital afgana y trajo bajo el brazo un plan de paz de quince puntos, entre ellos una demanda de retirada progresiva de las tropas internacionales con comienzo en junio y de seis meses de duración. Los representantes del grupo armado liderado por Hekmatyar, una controvertida figura de la historia reciente de Afganistán, ya se habían reunido con el presidente Hamid Karzai.

De Mistura, quien mantuvo un encuentro con la delegación "de acuerdo con el recién renovado mandato de la UNAMA" en el país y consultándolo con Karzai, dijo que el diálogo político debe ser liderado por los afganos, según la nota de su organismo. Hizb-e-Islami, un grupo de corte islamista con gran presencia en el este del país, ha protagonizado combates con las fuerzas extranjeras durante los últimos años.

Aunque ha colaborado con el movimiento talibán, a principios de mes se enfrentó en la provincia norteña de Baghlan con una milicia de los talibanes, en un combate que se saldó con la muerte de unos 60 hombres de ambos bandos. Karzai lleva años insistiendo en llamar a la mesa de diálogo tanto a los talibanes como a otros grupos armados, particularmente el Hizb-e-Islami de Hekmatyar.

Junto a estas dos organizaciones, la red integrista Haqqani, con base en Pakistán, es otro de los grupos más importantes en el tablero afgano y las autoridades sospechan que se halla detrás de algunos atentados perpetrados en el país. Desde su llegada a Afganistán, el nuevo enviado de la ONU ha reiterado que la "jirga" o asamblea de paz que debe tener lugar en mayo y la Conferencia de Kabul, previsiblemente en junio, deben dar un empujón al proceso de reconciliación por el que aboga Karzai.

Su antecesor en el cargo, Kai Eide, sorprendió la semana pasada con una entrevista con la BBC en la que, además de revelar que mantuvo contactos secretos con destacados miembros del movimiento talibán, lamentó que los canales de comunicación quedaran interrumpidos por las recientes detenciones de líderes insurgentes en Pakistán y criticó el papel de este país en el proceso.