Los responsables del rescate del petrolero Seabulk Pride, embarrancado desde el jueves en la ensenada de Cook, en el suroeste de Alaska, han decidido iniciar hoy, con la marea alta, las operaciones para reflotar el barco, que por el momento no ha producido vertidos importantes.Según ha informado en un comunicado el servicio de Guardacostas estadounidense, la empresa Tesoro, que alquiló la embarcación, y las autoridades del departamento de Medioambiente de EEUU han preferido iniciar con la pleamar la operación ante las posibles repercusiones de un vertido de petróleo en una área de gran valor ecológico.El petrolero de doble casco, construido en 1998, con bandera estadounidense y una dotación de 34 tripulantes, llevaba a bordo más de 120.000 barriles de gasóleo y gasolina sin plomo cuando, según las primeras investigaciones, el golpe de un bloque de hielo soltó sus amarras.Encallado en el canal de la refineríaEl buque acabó encallado en el canal de la refinería del puerto de Nikiski donde cargaba, aunque los expertos no temen que el fondo marino del canal pueda dañar el casco del barco.La compañía Seabulk International, con sede en Fort Laudardale (Florida) y especializada en servicios de transporte marítimo a la industria de la energía y química, ha asegurado en un comunicado que los tanques del barco están en buen estado y no han sufrido daños.