El papa Benedicto XVI llegó ayer a Turquía con la intención de calmar los ánimos. En tono conciliador afirmó que el Vaticano apoya el ingreso de Turquía en la Unión Europea y que el islam es una religión pacífica. Así lo dijo el primer ministro turco, el islamista moderado Recep Tayyip Erdogan, en la rueda de prensa que ofreció tras entrevistarse con el Pontífice en el aeropuerto de Ankara. A primera hora de la tarde, el Papa se vio con la máxima autoridad del islam en Turquía antes de reunirse con el cuerpo diplomático.

Erdogan cumplió y, antes de viajar a Riga para participar en la cumbre de la OTAN, recibió al Papa en la escalerilla del avión, junto a una larga alfombra de color rojo. Durante 20 minutos, hablaron sentados bajo un retrato de Mustafá Kamal Ataturk, el fundador de la República laica de Turquía. "He pedido al Papa su apoyo en nuestro camino hacia la UE. Y me ha dicho que ellos no tienen poder político para intervenir, pero que les gustaría ver a Turquía como miembro de la UE", aseguró el primer ministro turco a la prensa.

POLEMICA ZANJADA En el 2004, como cardenal, Joseph Ratzinger calificó de "grave error" admitir al país musulmán, de más de 72 millones de habitantes, en el club de los europeos cristianos. Solo el 39% de los europeos apoyan el ingreso de Turquía en la UE. Erdogan aprovechó su entrevista con el Pontífice para referirse también al proyecto de Alianza de Civilizaciones, que impulsa junto al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. "Su visita llega en un momento en el que gana importancia el diálogo entre civilizaciones", le dijo al Papa.

Este respondió elogioso que "Turquía se ha convertido en un puente entre religiones". "Es un país --añadió-- democrático, islámico y un puente. Quería venir a Turquía porque amo su cultura". Sobre el otro polémico tema de la visita, la relación que hizo el Papa entre islam y violencia en el discurso que pronunció en septiembre en Ratisbona (Alemania), el jefe del Ejecutivo turco aseguró que Benedicto XVI le transmitió durante su reunión que "el islam es pacífico y afectuoso". Para Ankara, el tema parece zanjado, aunque el máximo representante del islam en Turquía, Alí Bardakoglu, recordó al Pontífice, durante el encuentro que mantuvieron ambos a primera hora de la tarde, que este tipo de declaraciones "hieren a los musulmanes" y acentúan la "islamofobia".

BAJAN LAS PROTESTAS El Vaticano defiende que las palabras del Papa fueron mal interpretadas y que en ningún caso quiso ofender al islam. En la entrevista con Bardakoglu, Benedicto XVI afirmó que la "paz es la base de todas las religiones" e hizo un llamamiento al diálogo interreligioso "basado en la verdad" y en la voluntad de "conocer mejor al otro respetando las diferencias y reconociendo cuánto tenemos en común".

La gran expectación mediática que ha despertado la visita papal a Turquía contrasta con el desinterés que muestra la gran mayoría de población turca, excepto, claro está, la pequeña comunidad cristiana y los islamistas radicales, también una minoría en este país. Ayer, un centenar de personas manifestaron en el centro de Ankara su rechazo a la visita del obispo de Roma. No parece que las protestas vayan a ir a más. Las medidas de seguridad son excepcionales y los itinerarios que utilizará el Pontífice son secretos. Ayer, el Museo de Santa Sofía y la mezquita Azul, lugares que tiene previsto visitar Benedicto XVI, estaban fuertemente protegidas por efectivos policiales, aunque permanecían abiertos a los turistas.