El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, denunció ayer en Estambul la falta de apoyo que ha obtenido Turquía hasta ahora de Occidente en su lucha contra los milicianos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y tachó de hipócrita la actitud de muchos países europeos.

"Sus fuentes financieras están en el extranjero. El grupo terrorista está organizando el narcotráfico en Europa. No puede representar a nuestros ciudadanos kurdos. Hay 50 diputados kurdos en mi partido", recordó el jefe de Gobierno. "No podemos entender a aquellos que califican a la organización de terrorista, pero no nos entregan a sus miembros", dijo Recep Tayyip Erdogan.

El primer ministro aludió así al hecho de que el PKK está catalogado como organización terrorista no solo por Turquía, sino también por la UE y EEUU. Ante la falta de ayuda europea, Turquía mira a EEUU en su lucha contra las bases de los rebeldes kurdos en el norte de Irak, aunque Washington no parece dispuesto a intervenir.

De momento, Erdogan amenazó ayer con ordenar una incursión en el norte de Irak después del fracaso de las conversaciones mantenidas en Ankara estos últimos días. El primer ministro aseguró que lanzará la operación contra los milicianos "cuando sea necesario, sin pedirle la opinión a nadie", en alusión a la presión extranjera.