Austria tiene uno de los sistemas de pensiones más ventajosos del mundo. Las mujeres se jubilan anticipadamente, de media, a los 55 años y los hombres, a los 58. Los sindicatos y la oposición aceptan que los cambios son necesarios, pero rechazan la política del Gobierno, contraria a la negociación y al consenso, un símbolo en Austria.

Los sindicatos rechazan la intención gubernamental de calcular el promedio máximo de jubilación en función de toda la vida laboral. Se podrá acceder al 80% del sueldo medio tras 45 años de trabajo, en lugar de los 40 de ahora. Esto se traducirá en una reducción de las pensiones hasta un 20% y el Estado se ahorrará cerca de 1.000 millones de euros anuales.