Las organizaciones judías de Alemania y el Centro Simon Wiesenthal de EEUU se sumaron ayer a la protesta de los miembros de la mayoría gubernamental y de numerosos intelectuales contra el intento de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de rehabilitar a un juez nazi. El magistrado, Hans Filbinger, de 90 años, fue designado por el parlamento regional de Baden-Wurtemberg como miembro de la Asamblea especial que el domingo elegirá al nuevo presidente, lo que ha desatado un verdadero escándalo.

Filbinger, un destacado cristianodemócrata, fue durante muchos años ministro presidente del estado de Baden-Wurtemberg, cargo al que se vio obligado a renunciar, en 1978, tras comprobarse que formó parte de un tribunal militar en el Tercer Reich y que había ordenado la muerte de un joven desertor, ya al final de la guerra.

El portavoz del Gobierno alemán, Thomas Steg, recordó ayer que Filbinger es conocido como "el jurista terrible" de los nazis. Su designación ha indignado a la Asociación de Víctimas del Régimen Nazi.