El empeño de José Luis Rodríguez Zapatero por sumar España a los países que son "el motor de Europa", principal objetivo de sus viajes a Berlín y París, se vio recompensado ayer en la capital francesa. Jacques Chirac confirmó en presencia del presidente español y bajo los dorados del palacio del Elíseo que el eje franco-alemán ya ha acogido en su seno a España tras el cambio de Gobierno. Como contrapartida, el jefe del Gobierno español hizo hincapié en su europeísmo al avanzar que España no bloqueará la aprobación de la Constitución europea en este semestre por la cuestión del sistema de votación que se acuerde para la Unión ampliada.

Chirac no escatimó fórmulas para dejar clara su voluntad de que "España vuelva al lugar eminente" que le corresponde en Europa, y que es "el suyo de pleno derecho", dijo. Un lugar del que había sido desplazada en los últimos años por el alineamiento del Ejecutivo de Aznar con las posiciones estaounidenses en el conflicto iraquí y el bloqueo a la Constitución europea por su desacuerdo con el sistema de votación por doble mayoría que aprobó la Convención.

"Hemos observado una importante aproximación del señor Zapatero al enfoque sobre la construcción europea que compartimos Francia y Alemania", dijo Chirac para explicar qué ha hecho a España merecedora de "recuperar" su papel hegemónico en Europa. "Es un punto ya decidido que establezcamos una cooperación constante y cotidiana los tres países (Francia, Alemania y España)" en el seno de la Unión Europea, sentó Chirac ante el gesto complacido del presidente español.

BUEN ENTENDIMIENTO El entendimiento entre ambas partes quedó patente en la comparecencia conjunta ante la prensa, en la que los dos se esforzaron por hacer calar que "se abre una nueva etapa" para España con el respaldo de Francia y Alemania. Y también para la Unión Europea, por la actitud "abiertamente colaboradora" que inaugura el Gobierno de Zapatero. Hasta cuando hablaron de los asuntos en los que mayores son sus divergencias, mostraron su voluntad de superarlas. La financiación de la ampliación y el sistema de votación en la Europa de los 25 enfrentan los intereses de los tres países.

Sobre la financiación, Francia y Alemania son "contribuyentes netos", como recordó el presidente francés, mientras que España "defiende legítimamente sus intereses", resumió amablemente Chirac. Zapatero contibuyó al buen clima de la comparecencia al asegurar que la financiación "no debe ser un tema que separe a la UE". Y aún fue más allá al referirse al sistema de votación en la Unión Europea ampliada. "España acepta el sistema de doble mayoría", aseguró.