España pretende impulsar la creación de una conferencia internacional con el objetivo de recaudar fondos para la reconstrucción de la infraestructura turística en el sureste de Asia, gravemente dañada por el maremoto del 26 de diciembre. Así lo hizo saber el ministro de Exteriores español, Miguel Angel Moratinos, al primer ministro de Sri Lanka, Mahinda Rajapakse, y a su homólogo srilankés, Lakshman Kadirgamar, con quienes se entrevistó en la primera etapa de su gira por países de la zona.

Ambos dirigentes indicaron a Moratinos que España puede contribuir decisivamente en la revitalización de dos sectores de la economía del país gravemente afectados: la pesca y el turismo. Respecto a la pesca, el Gobierno español pretende recurrir a los microcréditos, un instrumento financiero que, según los expertos en cooperación, se ha mostrado muy eficaz a la hora de aliviar la pobreza. Los microcréditos son créditos personales por una suma de dinero relativamente pequeña para adquirir una barca o abrir un comercio, por ejemplo.

Las autoridades srilankesas concluyeron que la fase de urgencia de la crisis humanitaria ha finalizado, y que a partir de ahora, hay que concentrarse en los esfuerzos de reconstrucción de la economía del país. Esta opinión no es compartida por las ONG españolas presentes en la isla, que sostuvieron ante Moratinos que no hay que dar por concluida la ayuda inmediata.

DESPLAZADOS SIN AYUDA Algunos trabajadores de ONG recordaron en Colombo que todavía hay muchos desplazados que esperan la llegada de ayuda junto a las ruinas de sus casas.

Para paliar los efectos del maremoto, España concederá por vez primera a Sri Lanka créditos con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD). En total, España ha comprometido para todos los países afectados por el maremoto un total de 50 millones de euros en líneas de crédito con condiciones muy ventajosas, que pueden incluir un interés anual del 0,1% y un periodo de devolución de 40 años.

Durante su visita a Sri Lanka, Moratinos conminó a las autoridades locales a utilizar la corriente de solidaridad para impulsar las conversaciones de paz con los rebeles tamiles.

"Les hemos dicho que lo más inteligente es usar esta solidaridad para romper barreras psicológicas y políticas", declaró Moratinos. El conflicto entre los separatistas tamiles y el Gobierno de Sri Lanka se ha cobrado en 20 años 65.000 muertos, y muchos piensan que, de no haberse producido el tsunami, el alto el fuego podría haberse roto. Debido al maremoto, en un solo día murieron más de 30.000 personas en esta isla del Indico.