España no reconocerá la declaración unilateral de independencia de Kosovo, porque no respeta la legalidad internacional", afirmó ayer con firmeza el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, al llegar al Consejo de Ministros de la UE, durante las discusiones y al concluir la reunión. España, explicó Moratinos, solo puede aceptar la independencia del nuevo Estado si hay un acuerdo previo entre Belgrado y Pristina o una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que legalice esa independencia.

España llevó la iniciativa durante las discusiones del Consejo de Ministros europeo al llegar con una propuesta de declaración común, mientras que la presidencia eslovena de la UE aún no había presentado ningún texto de compromiso. El Gobierno, en plena campaña electoral, quería controlar milimétricamente la declaración conjunta de los Veintisiete para evitar que pudiera interpretarse que quedaba la puerta abierta a eventuales secesiones futuras de otras regiones en Europa.

Tras dos horas y media de discusiones de los ministros solos a puerta cerrada, se adoptó el documento español como base para elaborar la declaración final de compromiso adoptada. Moratinos expresó su satisfacción porque en la declaración conjunta "no hay un reconocimiento propio de la UE" a la independencia de Kosovo, ni siquiera toma nota de la misma y se deja a cada Estado libertad para fijar sus relaciones futuras con Kosovo. La declaración, añadió, solo "toma nota" de los compromisos de Kosovo de respetar los principios de democracia, igualdad, protección de la minoría serbia y tutela internacional.

Moratinos batalló y consiguió subrayar en la declaración que Kosovo representa un "caso único" y que la UE reafirmara su adhesión a los principios de soberanía e integridad territorial de la ONU y de los Acuerdos de Helsinki. La declaración destaca, por presión española, que el "caso sui géneris de Kosovo no puede utilizarse para poner en cuestión esos principios y resoluciones" sobre la soberanía e integridad territorial. Estos principios, afirmó Moratinos, son "básicos para el futuro de la UE". Pero negó que esos planteamientos españoles tuvieran nada que ver con los movimientos nacionalistas vasco y catalán en España.

El ministro rechazó que fuera contradictorio considerar ilegal la independencia de Kosovo y al mismo tiempo participar en la misión europea de tutela política de la construcción del nuevo Estado y en las fuerzas de paz de la OTAN en ese territorio: "No es nada contradictorio. La decisión de enviar la misión se tomó antes de la declaración unilateral de independencia. Estamos ahí bajo un mandato de la ONU para mantener la estabilidad.

Aún estando de acuerdo en el fondo, el PP criticó la forma en la que Moratinos ha explicado la postura de España a la UE: "Se lo ha explicado tarde y mal".