España se mostró ayer satisfecha por el compromiso de aumentar el nivel de interconexión eléctrica entre los países de la Unión Europea (UE) hasta un mínimo del 10% en el 2010 ya que, al encontrarse en un extremo de la UE con un nivel de interconexión del 3%, padece un grave aislamiento energético. Este objetivo debía haberse alcanzado ya en el 2005, según los acuerdos de la cumbre de Barcelona del 2002. Pero la oposición de los ayuntamientos de Girona y del sur de Francia a la línea de muy alta tensión ha impedido la materialización de ese objetivo. Para evitar nuevos retrasos, España hizo incluir en las conclusiones de la cumbre que "los estados concernidos deben reforzar su cooperación con la elaboración de orientaciones apropiadas".