La oposición frontal a modificar el sistema de votos en el Consejo de Ministros europeo en el 2009 enmascara la satisfacción española por el contenido global del borrador de Constitución de la UE. La ministra Ana Palacio, después de expresar su "reserva fundamental" en el capítulo institucional, calificó el resultado de la Convención de "éxito" y de "revolución jurídica sin precedentes". Palacio reconoció a los corresponsales europeos que España había logrado en la Convención la mayoría de sus objetivos.