Sólo en el Caribe continúa la ´guerra fría´. Como escenario ininterrumpido de una novela de John le Carré, la policía cubana detiene a ciudadanos por "conspirar con el enemigo" en La Habana, mientras en celdas de castigo inhumanas de Estados Unidos cinco cubanos cumplen penas de hasta cadena perpetua, condenados como espías, cuando vigilaban a grupos terroristas que operan contra Cuba desde EEUU. La espiral acción-represión amenaza con elevar la tensión entre el régimen cubano y Washington.En esta locura trasnochada, los que para el presidente cubano,

Fidel Castro, son mercenarios, se reivindican como disidentes demócratas; y los que son patriotas abnegados para La Habana, son presos de por vida en EEUU como espías peligrosos. Si no estuviéramos en el siglo XXI, uno podría pensar en un escenario de intercambio de rehenes, como si el Berlín que separaba las dos Alemanias cobrara vida en el estrecho de La Florida. El mundo no está para más tensiones añadidas.