Durante tres semanas, Tim Joyce y Jenny Paton fueron espiados y sus movimientos registrados. "Fecha: 13/02. Hora: 16.15. Objetivo: un vehículo aparca en Sherwood Avenue. Los ocupantes (una mujer y tres niños) salen del vehículo y entran en... ", dice una de las muchas notas tomadas por alguien al servicio del Ayuntamiento de Pool, en Dorset. ¿Se enfrentaban las autoridades a terroristas o a temibles mafiosos?

El presunto delito de la pareja había sido solicitar una plaza en una escuela estatal de gran reputación. El colegio les correspondía por estar cerca de su domicilio. Al centro asistía ya la mayor de sus tres hijas y pidieron plaza para la segunda. Antes de que les fuera concedida compraron otra vivienda en un barrio diferente. Después, decidieron aplazar la mudanza hasta que todo estuviera resuelto.

"Estamos de acuerdo en que se deben estudiar las solicitudes escolares, pero debe haber métodos para poder hacerlo sin espiar o echar mano de la legislación antiterrorista", señaló la señora Paton. La pareja fue declarada inocente y su hija logró la plaza escolar.

El Ayuntamiento de Pool reconoce haber usado al menos tres veces los poderes especiales para espiar a familias sospechosas de abusar de los beneficios del sistema.