El Gobierno de Hungría ha declarado el estado de emergencia en tres condados del oeste del país debido a un vertido tóxico de aluminio que ha causado al menos cuatro muertos, seis desaparecidos y alrededor de 120 heridos, según el último balance oficial. El estado de emergencia afecta a los condados de Veszprem, Gyor-Moson-Sopron y Vas.

El desastre se declaró ayer lunes a causa de la rotura de una balsa de lodo de aluminio en la planta de Ajkai Timfoldgyar Zrt, perteneciente a la empresa MAL Zrt. El vertido de barro rojo, un residuo generado por el refinado de bauxita, ha afectado a tres aldeas. El vertido, estimado en unos 700.000 metros cúbicos, se ha llevado por delante automóviles, puentes y viviendas y ha obligado a evacuar a alrededor de 400 vecinos de la zona.

TONELADAS DE YESO

"Hemos echado varias toneladas de yeso en el río Marcal y esperamos contener el fluido tóxico de esta forma", ha declarado la portavoz de la Unidad Nacional de Desastres (NDU), Gyorgyi Tottos. "La toxicidad del barro se atenúa por cada kilómetro que se extienda", ha agregado.

Las ambulancias han trasladado a los heridos, ocho graves y uno en estado crítico, a los hospitales de la zona. Muchos de los afectados sufren quemaduras e irritaciones de ojos a causa del plomo y de otros elementos altamente corrosivos.