Todos los ciudadanos estadounidenses que hayan cumplido 18 años tienen derecho al voto. Para poder ejercerlo, deben inscribirse en un registro electoral y, para ello, deben cumplir con los requisitos de residencia que determine cada estado. En la mayoría de los estados, los electores pueden inscribirse como votantes demócratas, republicanos o independientes. Pero haberse registrado como demócrata o republicano no obliga a votar en uno u otro sentido.