Aunque el Estado Islámico (EI) esté perdiendo combatientes y territorio en Irak y Siria, continúa siendo la organización terrorista más mortífera del mundo, según un informe de la Universidad de Maryland (EEUU). En el 2016, los milicianos del EI llevaron a cabo más de 1.400 ataques y mataron a más de 7.000 personas, cerca del 20% más que en el 2015, de acuerdo con la base de datos universitaria Global Terrorism Database.

Este incremento se registró incluso cuando los ataques terroristas y las muertes resultantes en todo el mundo cayeron cerca de un 10% en el 2016.

El EI se atribuyó el ataque con furgoneta en Barcelona, que causó 13 muertos, y otro con un cuchillo en Rusia que se saldó con ocho heridos, y aunque no está claro si sus afirmaciones fueron exactas, altos funcionarios de la lucha antiterrorista en EEUU afirman que encajan en el patrón al que se ha adaptado el grupo tras la pérdida de territorio sufrida en los últimos tiempos en Siria e Irak, intensificando las llamadas a atacar con individuos o pequeños grupos utilizando cualquier medio posible.

Además de la violencia vinculada al grupo central del EI en Irak y Siria, otros grupos afiliados a la organización yihadista perpetraron el año pasado más de 950 ataques que causaron la muerte de unas 3.000 personas, apunta el informe universitario, que fue difundido la semana pasada.

GRUPOS AFILIADOS

En el 2016, cuatro grupos adicionales juraron lealtad al Estado Islámico. Filiales en Bangladés, Yemen, Libia, Afganistán-Pakistán y Filipinas mataron a más personas y cometieron más atentados que en el año anterior, según el informe. La mayoría de estos afiliados ya estaban involucrados en conflictos antes de aliarse con el EI, señaló un alto funcionario del Departamento de Estado de EEUU. El EI "fue capaz de manipularlos y secuestrarlos", añadió esta fuente, bajo anonimato.

El grupo también ha incrementado las llamadas a sus seguidores para que cometan ataques en solitario como los que han ocurrido en los últimos años en Orlando, San Bernardino, Londres, Manchester y Niza. "Durante este mismo periodo, hemos visto un incremento en el número de asaltantes individuales", ha explicado Erin Miller, autor del estudio de la Universidad de Maryland.