El Parlamento Europeo rechazó ayer por abrumadora mayoría la propuesta de Gran Bretaña, Francia, Irlanda y Suecia de retener los datos de las llamadas telefónicas fijas, móviles, mensajes telefónicos y comunicaciones a través de internet por estimar que constituye una amenaza para la vida privada de los ciudadanos. Los eurodiputados exigieron que cualquier eventual normativa en esta materia sensible debía tramitarse por codecisión, con la plena participación de la Eurocámara, y no como una decisión del Consejo de Ministros de la UE, como pretendía la presidencia británica, para escamotear a los eurodiputados la capacidad de suavizar el texto inicial.

La toma de posición de la Eurocámara no es vinculante jurídicamente. Pero ante el bloqueo del proyecto original de retención de datos en el Consejo de Ministros de Justicia e Interior de la UE, la Comisión Europea presentó la semana pasada un proyecto de directiva similar que exige la aprobación del Parlamento Europeo para poder entrar en vigor. Los eurodiputados acogieron con satisfacción la propuesta del Ejecutivo comunitario porque asegurará la capacidad de la Eurocámara de corregir los excesos del proyecto.

DERECHO A ASILO La Eurocámara también se enfrentó con el Consejo de Justicia e Interior de la UE en materia de refugiados al exigir cambios sustanciales en la propuesta consensuada por los Veinticinco sobre normas mínimas comunes para gestionar las solicitudes de los refugiados. La Eurocámara introdujo más de cien enmiendas al proyecto pactado por el Consejo de Ministros de la UE para reforzar la protección de los refugiados, su derecho a ser escuchados, y asegurar el pleno respeto de la Convención de Ginebra.

Uno de los puntos rechazados es el plan de elaborar unas listas de países extracomunitarios cuyos ciudadanos verían automáticamente rechazadas sus solicitudes de asilo. La Eurocámara se reservó el derecho a recurrir ante el Tribunal de Justicia Europeo si no se modifica el texto.