La mayoría de los grupos políticos del Parlamento Europeo han reclamado al primer ministro húngaro, el conservador Viktor Orban, que modifique la nueva ley de prensa, porque se considera que restringe la libertad de información. Varios eurodiputados incluso han acogido la intervención de Orban, que se responsabiliza de la gestión semestral de la Unión Europea (UE), con mordazas y portadas de diarios con la inscripción de censura.

En un debate acalorado, los grupos socialista, liberal, verdes e izquierda unitaria, así como algunos eurodiputados del grupo de no inscritos y de las filas soberanistas, estimaron que la polémica ley constituía una amenaza para la libertad de expresión y de información. Incluso Joseph Daul, líder del grupo popular al que pertenece el propio Orban, ha tenido que recordar el compromiso húngaro de modificar la norma si la Comisión Europea concluye que hay apartados incompatibles con el derecho comunitario.

El presidente de la Comisión Europea, el también conservador José Manuel Durao Barroso, ha señalado durante su intervención que Hungría debe aclarar una serie de apartados de la ley que han despertado sospechas. Barroso ha subrayado que el Ejecutivo comunitario examinará de forma imparcial la legislación húngara, tanto en sus aspectos técnicos como políticos.

Orban ha replicado a las críticas de forma encendida y ha acusado a los eurodiputados de "ofender" a Hungría y al pueblo húngaro. El primer ministro ha atribuido los ataques al desconocimiento de la ley y ha asegurado que "no hay ninguna amenaza dictatorial en Hungría". "Ningún eurodiputado puede poner en tela de juicio la democracia en Hungría. Eso es una ofensa", ha insistido. Asimismo, Orban ha atribuido las críticas y las sospechas que pesan sobre su Gobierno a la mayoría inhabitual de dos tercios de que dispone en el Parlamento nacional.