El Parlamento Europeo reprochó ayer a la mayoría de gobiernos de los 27 estados de la Unión Europea (UE) que hayan colaborado o cerrado los ojos ante los vuelos secretos, las detenciones ilegales y las denuncias sobre cárceles secretas de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) en territorio europeo. A pesar de los intentos de la derecha de devaluar las conclusiones de la comisión parlamentaria que ha investigado durante un año las actividades ilegales de la CIA en Europa, el informe final crítico fue aprobado por una amplia mayoría de 382 votos a favor, 256 en contra y 74 abstenciones.

El documento fue respaldado por socialistas, liberales, verdes e izquierda unitaria. La mayoría del Grupo Popular votó en contra, al igual que los conservadores soberanistas y los euroescépticos. Los diputados españoles del PSOE, CiU, ERC, ICV e IU votaron a favor, mientras que los del PP votaron en contra, salvo seis que se abstuvieron, al igual que el representante del PNV.

La Eurocámara denuncia que se produjeron "al menos 1.245 vuelos" civiles de la CIA en Europa desde finales del 2001 hasta finales del 2005, además de un número indeterminado de vuelos militares y que, como mínimo, 68 vuelos utilizaron aeropuertos españoles. El informe dice que parte de esos vuelos se usaron para el secuestro de personas y el traslado de detenidos ilegales a centros donde fueron torturados y detalla 22 casos concretos. Estos casos solo son "la punta del iceberg", dijo el ponente del informe, el socialista italiano Giovanni Claudio Fava.

CARCELES SECRETAS La Eurocámara considera que se usaron bases militares de EEUU en Europa como centros de detención ilegal y que pudieron existir cárceles secretas de la CIA en Polonia y Rumanía.

España, según el informe, fue utilizada de base para vuelos implicados en secuestros de la CIA, pero la Eurocámara agradece la colaboración de las autoridades españolas en la investigación.

El documento también critica la ocultación de información por parte del Consejo de Ministros de la UE y del responsable de la política exterior europea, Javier Solana. Y denuncia el intento de la presidencia austriaca de la UE de crear un marco con EEUU para facilitar la entrega de personas sospechosas de terrorismo en mayo del 2006.