La Unión Europea aprobó ayer el plan más ambicioso del mundo para combatir el cambio climático, tras llegar a un acuerdo político que protege a la industria europea de la competencia desleal de otras zonas más laxas y concede exenciones especiales a los países del Este. La cumbre europea constituyó un éxito para la presidencia francesa de la UE y, en especial, para el presidente Nicolas Sarkozy, que consiguió, además, salvar la reforma institucional de la UE al arrancar a Irlanda la promesa de convocar antes de noviembre del 2009 un nuevo referendo para ratificar el Tratado de Lisboa.

El acuerdo consolida el compromiso de la UE de reducir en un 20% las emisiones de gases responsables del calentamiento del planeta en el 2020 respecto a su nivel de 1990, de reducir el consumo energético en un 20% en el 2020 y de que el uso de energía de fuentes renovables alcance el 20% en ese mismo año.

"No hay ningún otro continente que se haya impuesto normas tan restrictivas", destacó Sarkozy. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, invitó al resto del mundo, y en especial a EEUU, a sumarse a la iniciativa europea.

PROBLEMAS RESUELTOS La cumbre resolvió los tres problemas pendientes del plan sobre el clima: el coste para las empresas de las emisiones de gases, las exenciones para el arcaico sector eléctrico de los países del Este y el mecanismo de ayuda a los países más pobres.

Los líderes europeos suavizaron el coste del plan para las industrias y blindaron a las empresas europeas frente a la competencia desleal de otras zonas del mundo menos exigentes ecológicamente. Sin embargo, la reducción de los costes para las empresas no modifica su obligación de recortar sus emisiones, que deberán pasar de los 2.122 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) del 2005 a un máximo de 1.720 millones de toneladas en el 2020 en toda la UE.

Las industrias europeas deberán pagar una tasa por el 20% de sus derechos de emisión a partir del 2013 (ahora son gratis). Esta cifra aumentará hasta representar el 70% del total en el 2020 y el 100% en el 2027. La industria eléctrica deberá pagar por el 100% de sus emisiones desde el 2013.

MEDIDAS CONTRA LA CRISIS Los acuerdos para hacer frente de forma coordinada a la recesión fueron mucho menos concretos. Los líderes se limitaron a enumerar bajo la denominación de plan europeo de reactivación las medidas que puede adoptar cada país en función de su situación: ayudas al sector del automóvil y a la construcción, rebajas "juiciosas" de impuestos, apoyo a empresas y ayudas a las familias.

Los líderes de la UE asumieron un compromiso vago de realizar un esfuerzo presupuestario equivalente a "alrededor" del 1,5% del PIB. Las únicas medidas concretas son la autorización para destinar a inversiones 5.000 millones de euros no gastados y elevar a 500.000 euros el importe de las ayudas a empresas sin permiso de la Comisión.

El primer ministro irlandés, Brian Cowen, confía en que sus conciudadanos ratificarán el Tratado de Lisboa en el segundo referendo, gracias a que se garantizará un comisario por país y que no se verá afectada la legislación irlandesa sobre aborto, neutralidad, familia y fiscalidad.